lunes, enero 14, 2013

Iniciativa de ley para la reproducción asistida.

No me gustan los clichés ni los convencionalismos. No me gustaría empezar con el “nosotras somos y queremos” pero se me ocurre empezar por “usted es”. Sin conocerla, puedo hacer 2 declaraciones en el caso de la aprobación de su iniciativa de ley:

<![if !supportLists]>1.       <![endif]>Usted es una mujer que puede decidir libremente formar una familia con esposo e hijos, y de no poder procrear del modo natural, podría acceder a la reproducción asistida y cumplir sus deseos, sueños y objetivos en el plano familiar.
<![if !supportLists]>2.       <![endif]>Usted es una mujer homosexual que puede decidir libremente tener una pareja pero al no poder procrear del modo “natural” se negará a sí misma el deseo de ser madre y formar una familia con descendencia.

Hay muchos escenarios que puedo plantear, pero estos 2 abarcan cuanto quiero decir. En ambos escenarios su iniciativa de ley resulta no tener el menor sentido humanitario y benéfico para la sociedad. Me refiero a TODA la sociedad, no a esa condicionada de la que les gusta presumir. En el caso 1, entendería que usted puede hacer lo que quiera dentro de nuestra –NUESTRA- sociedad, pero ha decidido bajo no sé cuál derecho, que algunas personas no son dignas de acceder a lo que usted sí. En el caso 2, usted misma sabotea sus posibilidades, nuevamente bajo no sé que fin.

Al final sin importar en que plano existencial se encuentre usted, su iniciativa no tiene razón alguna dentro de una sociedad que busca el bien común. Y si usted no busca el bien COMÚN no sé qué hace creando leyes para todo un país.

Tal vez deba explicarle que tanto las personas como aquellos a los que llamamos dirigentes, tienen la obligación moral los primeros y laboral los segundos de buscar el bien común, y por común se refiere a las personas como un todo sin importar absolutamente ninguna de sus características. Si usted desea el bien de un grupo determinado de personas bajo ciertas características creo debería buscar la presidencia de una secta y no un lugar en el gobierno cuyo deber es buscar la libertad y la paz de todos sus habitantes. Sin hablar de la involución que esto representa.

Toda la energía y el conocimiento que invirtió en crear su ley de reproducción asistida que no beneficia pero sí perjudica a muchas personas, podría haberla utilizado para mejorar y dar seguimiento a las leyes y casos de violencia intrafamiliar, padres drogadictos, violadores, golpeadores y/o abusadores, niños sin hogar, niños explotados, trata de personas, etc. que sí que rompen con la unidad familiar. Pero eso queda en un segundo plano, porque ha preferido luchar por una ley que al final perjudica a cierta gente y sus resultados “benéficos” ni siquiera podrán verse. ¿Habrá menos niños? ¿Habrá menos niños creciendo en familias que desde su perspectiva no aportan la educación “debida”? ¿Qué gana con esto? ¿Qué ganamos como sociedad?

Conozco muchas parejas homosexuales y homo parentales que tienen los mejores valores familiares que he visto. La mejor posición económica. Los hijos más felices y SANOS. Por desgracia, también conozco parejas heterosexuales, sin problema alguno de salud, que le han dado a sus hijos el peor ejemplo y el peor hogar.

Yo hubiera preferido tener 2 mamás como mi mamá que un padre alcohólico. Una amiga cercana hubiera preferido crecer sola con su mamá y su hermana que ser víctima de violación a manos de su padre biológico y temer por su hermana pequeña. Mi mejor amiga hubiera preferido tener 2 papás como su papá que tener que perder a su madre en la infancia porque decidió abandonarlos. Porque sí Licenciada, las madres y padres heterosexuales y “sanos” abandonan, sobajan, maltratan y dan una mala vida a sus hijos. Ser heterosexual no garantiza ni garantizará jamás que serás un buen padre/madre.

Ser homosexual tampoco lo garantiza, pero hay una ventaja. Y es que al verse privados de la libertad de concebir por un método tradicional, o tener un “accidente”, una pareja homosexual debe pensar seriamente y durante mucho tiempo la idea de traer a un hijo al mundo. Debe ahorrar, consultar a los mejores especialistas, buscar opciones, encontrar el mejor de los escenarios. Debe pensar seriamente en hacer una familia con descendencia. No se ven atrapados en las circunstancias de: “no tenemos dinero y se rompió el condón, ¿qué vamos a hacer con el niño? ¿lo regalamos? ¿lo abortamos? ¿lo tenemos y vemos cómo le hacemos? Y aunque coma frijoles el resto de su vida… al final ya está aquí”. No. Una pareja homosexual se asegura de que podrá darle la mejor vida posible y después busca la manera de tenerlo.

Reflexione. ¿Qué hace daño? ¿Qué no lo hace? ¿Qué está provocando su ley? Si al final de su reflexión concluye que su ley hace más bien que mal, le deseo con todas mis fuerzas éxito en la aprobación, pero si concluye conscientemente que hace más daño que provecho, por favor, desista. Todo pasa por algo en este mundo, los accidentes no existen, y su ley ha de seguir el mismo camino.

Para rechazar la iniciativa de ley y leer de qué trata, sigan este link.